Qué es un TAC dental
El odontólogo, a la hora de determinar el tratamiento que mejor resultado dará en cada caso en concreto, necesita hacer alguna que otra prueba diagnóstica. En ciertas ocasiones basta con una radiografía facial o de los dientes, pero si no es suficiente al paciente se le acaba haciendo un TAC dental.
Qué es
Básicamente un TAC dental es un tipo de diagnóstico de radiología. A diferencia de los otros dos que hemos comentado antes, expone al paciente a una dosis de radiación bastante mayor, por lo que es comprensible que solo se recurra a este procedimiento si se considera necesario para obtener una imagen cuyo nivel de realismo es muy alto.
En concreto, aquello que se muestra en el TAC dental es la estructura no solo de los huesos, sino también de los dientes y los nervios. Basta una única exploración con tal de obtener estas imágenes, las cuales son visibles tridimensionalmente.
Para qué sirve un TAC dental
Cada hueso presente en la boca, así como sus respectivos nervios, se aprecian a la perfección en el TAC dental. Es por ello que los odontólogos analizan los resultados obtenidos con tal de realizar una precisa evaluación de varios tipos de enfermedades o procesos orgánicos, siendo un ejemplo de esto último el crecimiento de los dientes en los niños pequeños.
El TAC dental, también conocido como radiometría volumétrica de haz cónico, es ideal para obtener una imagen extremadamente realista de la anatomía que tiene la boca del paciente.
Una de las principales funciones de este tipo de diagnóstico de radiología consiste en averiguar el origen de un dolor, así como saber la enfermedad que está causando las molestias en cuestión. Una de las afecciones que acostumbran a ser detectadas con el TAC dental es la conocida bajo el acrónimo ATM. Nos referimos al trastorno de la articulación temporomandibular.
Aunque es menos frecuente, dichos diagnósticos también pueden servir con tal de detectar algún tumor presente en el área mandibular. En caso de comprobar que hay uno en la mandíbula, es posible no solo medirlo, sino también tratarlo de forma adecuada gracias a la información obtenida con el TAC dental.
Adicionalmente dicha técnica radiológica es idónea para planificar un proceso quirúrgico que permita solucionar el problema que ocasiona una pieza dental que se encuentre impactada.
Por último, el TAC dental se utiliza a la hora de hacer otro tipo de planificación, refiriéndonos en este caso a dos tratamientos en concreto: las ortodoncias y los implantes.
Al disponer de imágenes precisas y en tres dimensiones, todos estos procedimientos que hemos descrito pueden llevarse a cabo con una mayor precisión y, gracias a ello, obtener mejores resultados.
Cómo se hace un TAC dental
El encargado de hacer el TAC dental, en primer lugar, le pide al paciente que retire cualquier tipo de objeto o elemento metálico del que disponga: collares, pendientes, gafas, horquillas destinadas a mantener fija la cabellera, etcétera. De esta manera se evita que el material interfiera en la imagen obtenida.
Conviene destacar que hay varias máquinas distintas, así que el TAC dental no siempre se hace de la misma manera. Las más comunes son aquellas que funcionan permaneciendo la persona sentada en aquella silla que le indique el profesional. Las otras exigen estar recostado en una especie de mesa.
En cualquiera de los dos casos, incluso si no estás del todo cómodo no te pasará factura, ya que el TAC dental dura muy poco tiempo. En ocasiones bastan cinco minutos, pero la cifra puede ser incluso inferior en caso de que haya que escanear alguna área determinada, por ejemplo si se pretende llevar a cabo la colocación de un implante, bastando entonces medio minuto.
Eso sí, por muy poco que dure el TAC dental acabaría saliendo mal si el paciente se moviese lo más mínimo. Es por este motivo que el profesional indica a la persona que ha de mantenerse quieta, puesto que en caso contrario habría que repetir la prueba.
Tanto el dispositivo que emite los rayos X como la parte que actúa como un detector van girando. Casi siempre rotan 360 grados, aunque en ocasiones basta con una cifra inferior.
Contraindicaciones
Aunque la radiación a la que se exponen los pacientes supera a la de otras radiografías de la zona bucodental, no es perjudicial para el ser humano. Aun así, hay una contraindicación que debe tenerse en cuenta: las embarazadas no conviene que se sometan a un TAC dental. Aunque no es una prohibición, todos los profesionales lo desaconsejan, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta que dicha técnica radiológica podría dañar al feto.
Más preguntas frecuentes
Al ser menos habitual el TAC dental respecto a otras técnicas radiológicas, muchas personas tienen dudas sobre esta prueba diagnóstica. Tras haber resuelto algunas de las más frecuentes llega el momento de profundizar en otras que tal vez también acaben surgiéndote.
¿Duele?
Tal como sucede con las demás técnicas de radiología, tales como la ortopantomografía, el TAC dental no provoca ningún tipo de dolor. Además, después de realizarse puedes comer con total normalidad.
¿Precio?
Lo primero que has de tener en cuenta es que el TAC dental que solicite tu odontólogo puede ser más completo o menos en comparación con el de otro paciente, así que el precio también se verá incrementado o reducido dependiendo de este aspecto.
No es lo mismo hacer un TAC dental de una área muy concreta de la boca, por ejemplo al colocarte un implante, que tomar una imagen precisa y en 3D de toda la zona. En cualquier caso, el precio medio se sitúa en unos 150 euros aproximadamente.
Si necesitas realizar un TAC dental o cualquier otro servicio, no dudes en ponerte en contacto con cualquiera de nuestras clínicas para pedir cita.
Nuestras clínicas:
Girona | Figueres | Roses | Empuriabrava | La Jonquera / Le Perthus | Palafrugell | Palamós | Torroella de Montgrí