¿Qué comer después de una extracción de muela?
Si las muelas del juicio salen bien, no hay por qué extraerlas. De hecho, aunque están lejos de ser tan funcionales como lo eran para nuestros antepasados, ayudan un poco a masticar mejor. Sin embargo, todo cambia en caso de que ocasionen problemas.
Dolores e incluso infecciones pueden producirse, siendo una clara señal de que hay que extraer la muela del juicio causante de esos problemas. Cuando termine el proceso quirúrgico seguramente te surja una duda muy habitual: ¿Qué comer después de una extracción de muela?
Lo primero que debes tener en cuenta es que los alimentos de gran dureza deben ser apartados por completo de tu dieta, puesto que en caso de comerlos podrían dar pie a que tuvieses que estar más tiempo recuperándote por la imposibilidad de cicatrización de la herida.
Las primeras 24 horas después de la extracción de muela son muy importantes. Durante ese período no solo te dolerá la zona en la que estaba el molar en cuestión, sino también el resto de la boca, sobre todo el área mandibular. Y es que habrás tenido que estar mucho rato con la boca abierta.
Antes de empezar a comer es fundamental esperar a que los efectos propios de la anestesia desaparezcan por completo. En caso contrario, sin darte cuenta podrías producirte heridas en la boca mordiéndote los labios o la lengua.
Después ya será conveniente dar comienzo a la dieta que solo debe abarcar alimentos blandos. El yogur natural te ayudará a recuperar fuerzas y obtener una buena dosis de proteínas sin que surjan dificultades para comerlo.
Otro producto ideal para quienes no saben qué comer después de una extracción de muela es el caldo de pollo, ya que tiene bastantes propiedades que te beneficiarán y no deberás masticar lo más mínimo. Es importante que, si decides comerlo durante las primeras horas, esté a temperatura ambiente. Y es que una cifra de grados elevada o excesivamente baja podría causarte malestar en la boca que todavía tendrás demasiado sensible.
El segundo día tras la operación quirúrgica ya podrás permitirte algún alimento que exija una masticación muy ligera. Un buen ejemplo es el de las papillas que contienen cereales, así como purés de tu elección. Tú decides qué añades a los mismos, desde patatas hasta verduras.
A partir del tercer día la mejora será considerable, gracias no solo a la cicatrización que no habrás detenido al comer alimentos duros, sino también a los medicamentos que te habrán recetado. Así pues, tendrás la capacidad de comer ciertos productos alimenticios que no son tan blandos.
Uno de los que probablemente más te apetezcan sea el pan. No empieces directamente con una barra, sino que debes hacerlo con el de molde, el cual es mucho menos duro. Para notar algo más de sabor y no comer solo harina de trigo puedes untarlo con un queso en forma de crema.
El caldo que bebías al principio ahora podrá contener algún tipo de pasta, elaborando así una sopa que no deberías tener problemas para comer. De hecho, incluso puedes animarte a añadir al conjunto una pelota de carne, la cual se desmenuza y tiene una escasa dureza.
Si todavía notas que no puedes comer alimentos duros, tu mejor aliado serán los huevos no solo fritos, sino también en forma de tortilla, aportando ambos muchas proteínas que te harán falta.
En lo referente a los hidratos de carbono, ingerirlos también es fácil gracias a las numerosas piezas de fruta que puedes comer a partir de los tres o cuatro días, sobre todo plátanos que adicionalmente te proporcionarán una gran cantidad de fósforo. De esta manera te recuperarás por completo de la extracción de muela sin que se produzca ningún déficit nutricional.